Es
probable que el cambio climático sea el suceso, potencialmente hablando, más
grave para la sociedad humana. La evidencia científica acerca de su existencia
y posible aceleración es aplastante, como lo han manisfestado miles de
científicos que han colaborado al estudio del Cambio Climático y sus efectos.
Pero
¿Cuáles son las causas del cambio climático?, estas causas pueden ser
por ejemplo la masiva emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero,
principalmente dióxido de carbono, derivada, en primer término, del uso de los
combustibles fósiles como fuente de energía. La composición de la atmósfera
está cambiando, como demuestran los datos sobre la presencia de estos gases y
su evolución en el último siglo en comparación con los correspondientes a
épocas pasadas.
Para
lograr los anhelados recortes de emisiones contamos, desde hace años, con un
amplio conjunto de propuestas en el campo del ahorro energético, las energías
renovables o los estilos de vida y consumo. Muchas de estas ideas ya han sido
probadas y han demostrado su viabilidad y eficacia, pero no se aplican de forma
generalizada.
Parece
haber una preocupación entre poblaciones y dirigentes políticos, sin embargo,
no se están produciendo medidas de impacto suficiente como para evitarlo o, al
menos, reducirlo a dimensiones gestionables. Los acuerdos de París fijaron como
meta contener el aumento de temperatura media del planeta respecto de la época
preindustrial en 2 grados a finales de este siglo, pero con el escenario actual
sabiendo que la temperatura ya subió 1 grado y que países como EEUU. no apoyan
este acuerdo, nos hace preguntar ¿son suficientes para llegar a la meta?
Pero
porque nos preguntamos ¿El Cambio Climático nos afecta a todos?, En
primer lugar, el cambio climático es un fenómeno global, cuyos efectos alcanzan
a todos, hayan o no contribuido a él. No hay correlación entre conductas y
efectos. También las decisiones políticas se siguen tomando los Gobiernos
nacionales, que a largo plazo la lucha contra el cambio climático propiciará
nuevas actividades económicas y será una fuente de oportunidades, a corto plazo
implica cambios que pueden ser molestos o perjudiciales para determinados
sectores. Si un país prefiere no hacer nada ni incomodar a nadie, se
beneficiará, de todas formas, de los esfuerzos hechos por los demás. Por el
contrario, si decide tomar las medidas adecuadas, sufrirá los rigores del
cambio si el resto no hace un esfuerzo similar. Cada cual espera que los otros
actúen.
El
cambio climático también aumenta la aparición de fenómenos meteorológicos más
violentos, sequías, incendios, la muerte de especies animales y vegetales, los
desbordamientos de ríos y lagos, la aparición de refugiados climáticos y la
destrucción de los medios de subsistencia y de los recursos económicos,
especialmente en países en desarrollo.
Algo
parecido sucede con las personas y los sectores dentro de cada país. Cada vez
que se toma una medida, por modesta que sea, en el sentido de luchar contra el
cambio climático; la mayoría de los afectados se rebela, a veces violentamente.
Sin embargo, esas mismas personas se declararán preocupadas por el cambio
climático y defensoras de que se tomen las medidas más enérgicas para
combatirlo. Es decir, quiénes un día protestan contra alguna medida concreta
que se percibe como perjudicial, al siguiente se manifestarán a favor de que el
Gobierno tome decisiones drásticas contra el cambio climático.
Después
de haber visto en qué nos afecta el cambio climático, es importante dejar claro
que el cambio climático no se puede evitar. Podemos reducir sus efectos y
adaptarnos a sus consecuencias, es decir, podemos combatirlo mediante la
aplicación de medidas a pequeña y gran escala que ayuden a frenar el cambio
climático. Estas acciones se conocen como medidas de mitigación y adaptación al
cambio climático.
La
lucha contra el cambio climático requiere cambios en el comportamiento de
empresas y personas; es imposible que se desarrolle sin que a nadie le afecte.
Todo un conjunto de actuaciones solo posibles si van acompañadas de un cambio
de mentalidad en el público. En una sociedad democrática no es posible que los
Gobiernos actúen en una determinada dirección si no hay consenso social
favorable. Y no solo en las palabras, sino también en las actitudes. Es una
lucha que depende de TODOS.